DOMINGO DE LA PALABRA DE DIOS 2024
Este domingo 21 de enero, tercer domingo del Tiempo Ordinario, celebramos el domingo de la Palabra de Dios; y el lema propuesto por el Papa Francisco para este año está tomado del evangelio según san Juan: "Permanezcan en mi Palabra".
Leamos este texto en su contexto literario más amplio: Jn 8,31-32:
31Dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; 32conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres».
Conviene, pues, advertir el proceso interno que nos propone este texto:
- Jesús le habla a los que creen en él, a los que le han abierto su vida y su existencia a él como persona y a todo lo que brota de él: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí» (Jn 14,6).
- A éstos, Jesús los invita a ser discípulos de verdad y en verdad, "permaneciendo" en su Palabra. El verbo "permanecer" (en griego μένω / meno) es de vital importancia para Jn. Jesús permanece en el Padre, y el Padre en él. El discipulado joaneo supone permanecer en el logos, en la Palabra, que es Jesús mismo (Jn 1,1-ss).
- Sólo así hay un conocimiento de la verdad. Pero esta afirmación del IV evangelio no es ideológica ni intelectualista. El verbo conocer (en griego γινώσκω / ginosko) usado por Jn, mantiene su trasfondo semita denotando un conocimiento de intimidad, compenetración y cercanía afectiva y relacional. Se trata, entonces, del conocer que surge de una relación personal, íntima y afectiva con la persona de Jesús, ya que él es la verdad, y él nos hace libres.
Este pasaje que nos propone el Papa Francisco nos ofrece
las claves para una espiritualidad de la Palabra de Dios
que podemos vivir en este año 2024 (en el Ciclo B de la liturgia dominical):
- Creer en la persona de Jesús como una experiencia de apertura radical de nuestra existencia a él.
- Permanecer en él acogiendo diariamente, y domingo a domingo, su Palabra (la Lectio Divina es un medio adecuado para ello).
- Relacionarnos con la Palabra, con el Señor Jesús, en la intimidad del corazón, dejando que su Palabra resuene afectivamente en nuestro interior, contemplando la relación de Jesús Hijo, con Dios, su Padre. Esta es "la permanencia" a la que nos invita san Juan.
- Así viviremos "en verdad" el discipulado joaneo: Jesús, que es la verdad, nos ofrece libertad; que la relación con la Palabra este año sea una auténtica experiencia de liberación.
Para disponerse a celebrar y vivir este domingo de la Palabra de Dios les sugerimos:
- Leer una breve nota del teólogo M. Gelabert que nos recuerda lo esencial que el Papa nos propuso al instituir esta fecha litúrgica:
- Y consultar el material que el Dicasterio para la Evangelización elaboró al servicio de toda la Iglesia:
Alesouri, Sch.P
"Permaneced en mi Palabra"
