TO - 25 - C / Lc 16, 1-13
Lc 16, 1-13
Tiempo Ordinario, domingo 25, Ciclo C 18/09/22
En este momento del camino discipular de Jesús con los Doce, la instrucción y la enseñanza del Señor pretende despertar en ellos, y en nosotros los discípulos de hoy, el sentido evangélico de la pobreza.
El Evangelio de Lucas nos trasmite así las palabras de Jesús que nos advierten de cómo las riquezas y el dinero son un riesgo para el camino del discípulo. El dinero personificado, como un fin codicioso en sí mismo, es como un amo tiránico, que se contrapone a Dios. El texto una vez más invita a los discípulos al discernimiento; hay que hacer una elección: no se. puede servir a Dios y al dinero.
Una lectura ligera y superficial de la esta parábola del administrador astuto e injusto puede desconcertar si la idea que queda flotando en el aire del lector es que Jesús elogia el acto deshonesto de una trampa o estafa.
Lo que Jesús aplaude y alaba es la habilidad y el ingenio del administrador relacionada con el valor de la amistad; la toma de una iniciativa prudente y enérgica (como la llama R. Brown)
En la visión del evangelio lucano, el dinero y las riquezas son fuente de corrupción. El pasaje de este domingo le indica al discípulo el modo justo de proceder al servicio de los pobres y "haciéndose amigos que puedan ayudar en el cielo".