TO - 22 - C / Lc 14, 1.7-14
Lc 14, 1.7-14
Tiempo Ordinario, domingo 22, Ciclo C 28/08/22
UNA NUEVA ENSEÑANZA DE JESÚS A SUS DISCÍPULOS
El último lugar / el lugar de los pobres: criterio de discernimiento
Un sábado, Jesús va a comer a la casa de un dirigente, miembro importante del sanedrín, perteneciente al grupo de los fariseos.
Lo están “observando detenidamente” (muchas traducciones dicen “espiando”). Lo observan con cuidado los que están en la casa del fariseo. Implícitamente podemos suponer la mirada de los discípulos que lo acompañan.
Comienza así un nuevo momento del viaje de Jesús formando a sus discípulos, centrado ahora en el gesto de compartir la mesa.
Sentarse en la misma mesa y comer junto a otros tiene un alto valor simbólico en la Biblia, y en la cultura mediterránea y semita del siglo I: supone la confianza y la cercanía de compartir unos valores y una visión de la vida.
Jesús advierte y nota una orientación en la manera como los invitados hacen una elección: preferir el primer lugar. Nos abre así la posibilidad en la actualidad de revisar nuestra forma de discernir, elegir y decidir: ¿nos orienta la preferencia por los primeros lugares?
El pasaje dice que el Maestro propone una parábola (aunque no lo es en sentido estricto).
Cuando te inviten a una boda no elijas el primer lugar; sino el último lugar. La enseñanza de Jesús está en términos de recibir reconocimiento (literalmente “gloria”) o vergüenza; para sacar una conclusión de carácter sapiencial: el que se enaltece a sí mismo, será humillado; el que se humilla a sí mismo, será enaltecido.
En el v. 12, Jesús focaliza su enseñanza en el fariseo que lo había invitado. Una vez más nos ofrece criterios de discernimiento:
- La lógica de los amigos, hermanos, parientes, vecinos ricos… (los que nos pueden recompensar)
- O la lógica de los pobres, los lisiados, los cojos, los ciegos… (los que no nos pueden recompensar).
Una vez más, Jesús explícitamente se refiere a una bienaventuranza (serás dichoso, feliz, bienaventurado) si en tu manera de discernir y elegir entras en la lógica de los pobres. Es la lógica de Dios (por eso la recompensa la da él “en la resurrección de los justos).
Alesouri, Sch.P