TO - 16 - C / Lc 10, 38-42
Lc 10, 38 - 42
Tiempo Ordinario, domingo 16, Ciclo C 17/07/22
Seguimos contemplando este domingo a los discípulos haciendo camino con Jesús para aprender de él.
La estrategia de enseñanza-aprendizaje está dibujada por el contraste representado por las dos hermanas, Martha y María, que hospedan a Jesús.
Es un contraste, no tanto de lo que “externamente” están haciendo (servir/escuchar); pues lo que el pasaje dibuja de cada una apunta a lo que “internamente” están viviendo.
De esta manera, Lucas nos está poniendo también a nosotros en una situación de aprendizaje para que como discípulos de Jesús hoy hagamos una elección.
- Martha, probablemente la hermana mayor, estaba “afanada” con el mucho servicio; el verbo griego “perispaomai” supone estar atareada, ocupada, dando vueltas alrededor de algo, distraída.
- Sentía que la habían dejado sola para servir.
- Y Jesús mismo le dice que está “inquieta” (el verbo “merimnao” indica estar nerviosa y preocupada);
- y también que está “preocupada” (el verbo es “thorybazo”, que implica estar molesta, afligida, disturbada, inquieta, desasosegada).
María, en cambio, es dibujada didácticamente por Lucas en esta situación de contraste como modelo o paradigma del discípulo. (Es una de las genialidades de Lucas: una mujer es modelo del discipulado).
El autor de este pasaje lo compone de tal manera que pretende que nos sintamos incómodos con la situación interna de Martha, y nos dejemos atraer por la plenitud interior que emana de María.
- El redactor de la nota crítica de la Biblia Cantera-Iglesias señala que María está, incluso externamente, en actitud de “discípulo”: sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
- Ella ha hecho una elección; ha escogido la parte mejor (pues solo una cosa es necesaria);
- y no le será quitada: desde nuestro ángulo de lectura podríamos decir que ninguna agitación interior podrá quitarle aquello por lo que ha optado.
Ser discípulo de Jesús Maestro, es decir, estar sentado junto a él para “escuchar” su Palabra es la opción a la que san Lucas quiere movernos como adivinando que precisamente eso es lo que más necesitamos.
Nos lo dice con claridad: opten por ser discípulos para escuchar su Palabra, es la mejor parte.
Nos lo dice con claridad: opten por ser discípulos para escuchar su Palabra, es la mejor parte.
¿Por qué escuchar como discípulos a Jesús, el Maestro, es lo más necesario?
Porque es la fuente de la verdadera alegría: en Lc 11,28, Jesús nos dirá: felices (bienaventurados) los que escuchan la Palabra y la guardan.
Alesouri, Sch.P